Trump califica su inculpación de “insulto” para EE. UU.
Donald Trump defendió su conducta horas después de convertirse en el primer expresidente inculpado en la historia de Estados Unidos, durante un discurso en el que criticó con dureza la investigación en su contra.
“Nunca pensé que esto pudiera ocurrir en Estados Unidos“, dijo el exmandatario ante un grupo de fieles reunido en la sala de baile de su mansión de Mar-a-Lago, en Florida.
“Es un insulto para nuestro país”, declaró a su regreso de Nueva York. “El único delito que he cometido es defender sin miedo a nuestra nación de quienes pretenden destruirla”.
Trump retomó su campaña electoral demostrando, por si hacía falta, que los escándalos judiciales no van a frenar el camino que se ha marcado para regresar a la Casa Blanca.
Horas antes, en su ciudad natal, el expresidente se declaró no culpable de falsificar documentos contables en una audiencia penal que allanó el camino para un juicio que podría comenzar en enero de 2024, pocos meses antes de las presidenciales en las que busca volver a la Casa Blanca.
Mientras tanto el multimillonario de 76 años se enfrenta a 34 cargos relacionados con el pago, en 2016, de 130,000 dólares a la estrella del porno Stormy Daniels para que guardara silencio sobre una supuesta relación extramatrimonial que se remonta a 2006 y que él siempre ha negado.
Una maniobra que según la fiscalía de Nueva York, estaba pensada para no perjudicar la imagen de Trump de cara a las elecciones de ese año.
A primera hora de la tarde, se entregó en un tribunal de Manhattan al que llegó en un vehículo escoltado por el servicio secreto. Delante de la corte, la policía se interpuso entre seguidores y detractores del exmandatario para evitar enfrentamientos violentos.
Posteriormente Trump tuvo que seguir el ritual impuesto a cualquier acusado: declarar su nombre, edad y profesión y someterse a la toma de sus huellas dactilares, aunque parece haber evitado que le sacaran una foto de ficha policial, fuente de tanta humillación pública para las estrellas en Estados Unidos.
Además del pago a Stormy Daniels, según documentos judiciales, el magnate compró el silencio de terceros al menos dos veces más. Pagó 30.000 dólares a un portero de la Torre Trump que afirmaba tener información sobre un hijo del magnate fruto de una relación extramatrimonial, y otros 150.000 a una mujer que aseguraba tener un romance con el expresidente.