Jazmín Hernández Vargas, mujer valiente de Bahía de Banderas
El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, alusivo a la lucha de igualdad de derechos con los hombres que cumple en este 2023 el primer centenario.
Aunque también es un reconocimiento al rol histórico que desempeñan dentro de la sociedad, como dar origen a una vida; el pilar de un ente tan importante como lo es la familia, su contribución profesional en el sector económico y su destreza por hacer un mundo mejor.
En Bahía de Banderas hay mujeres que con su profesión contribuyen precisamente a eso, por lo queremos contar la historia de Jazmín Hernández Vargas, quien desde hace cuatros años se desempeña como segundo oficial paramédico de Protección Civil de Bahía de Banderas; una joven mamá que encontró su objetivo de vida: que es el ayudar y cuidar de los demás.
El servicio público siempre ha sido lo suyo; del 2012 al 2014 se desempeñó como Policía municipal de Monterrey, Nuevo León, para después regresar a Puerto Vallarta, Jalisco y estudiar su carrera Técnica Paramédico e integrarse a Protección Civil como voluntaria, donde gracias a su desempeño y vocación recibió su nombramiento como oficial y desde ese momento, alterna el trabajo de madre de dos varones con su profesión.
Jaz, como la conocen en la corporación, es una mujer valiente y su trabajo es muy importante; es la parte sensible y amable de ella; su atención es como una madre que atiende a sus hijos, por lo que se ha ganado el reconocimiento tanto de sus pacientes, como de sus compañeros.
Ella considera que el rol de las mujeres en el servicio es de gran relevancia, ya que es parte de un equilibrio en la atención.
“Yo creo que los hombres también son buenos paramédicos, pero no tienen la parte como de sensibilizar con las personas o la empatía con un niño y tu como mujer, es: — a ver mi corazón, espérame—y le tienes un poquito más de paciencia o el apego a un menor o a un adulto que un hombre lo pudiera hacer”, compartió.
En su profesión “no todo es color de rosa”; aunque el paso del tiempo le ha dado experiencia, dado lo fuerte de su trabajo, no ha perdido la sensibilidad, todavía sigue sufriendo al participar en cada uno de los rescates, sobre todo cuando involucran niños.
“El incendio en donde salieron quemados dos niños en San José, ahí yo ya iba de salida, únicamente me tocó la parte de apoyar a mi compañera cuando llegó al hospital. Pero al final de cuentas es un servicio que como persona, como mamá sí te deja pensando. Ese día lloré como media hora, terminé el servicio, me subí a la ambulancia y no podían callar”.
Eso es como ser paramédico, como madre desempeña un gran trabajo, llevar a sus hijos de 11 y 15 años de edad por buen camino, atenderlos en casa y también educarlos para que sean buenos ciudadanos; incluso en uno de ellos sembró la semilla de ser paramédico. Lo más fuerte es lidiar un poco con su temor a que su mamá no le pase nada.
Jazmín, compartió que es importante derribar los paradigmas de que “una mujer sale a trabajar como anteriormente se creía, porque anda en cosas indebidas, precisamente, independiente lo que desarrolles el hecho que hagas cosas por los demás es lo que cuenta al final del día.
Concluyó que una mala decisión no define el destino de una mujer, es importante que cuando caiga, se levante, aprenda y evolucione.
“Una mala decisión no tiene porqué marcar el resto de lo que vas a hacer, una mala decisión no tiene porque truncarte, no tiene porque repercutir en lo que hagas. Las malas decisiones nos sirven para aprender y en base a eso, pues puedes sacar muchas más cosas y a veces son el impulso para algo más”, cerró.