Emite recomendaciones Hospiten para el cuidado de los ojos

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Existe una relación entre la llegada del verano, el aumento de las temperaturas y el ojo seco. Los factores ambientales propios de esta época del año como las altas temperaturas, los ambientes más secos o la radiación ultravioleta, y, por otro lado, los aires acondicionados hacen que aumenten las molestias. Estos factores propios del verano pueden agravar la sequedad ocular, produciendo irritación, ardor y enrojecimiento de los ojos.

De acuerdo con el doctor Dr. André Magalhaes Oliveira, esta enfermedad afecta a la mitad de las personas de más de 40 años y se calcula que el 60% de la población femenina y el 40% de la masculina de esa franja de edad tiene síntomas de sequedad ocular.

Los ojos necesitan lágrimas para mantenerse saludables y sin molestias. Cuando los ojos no producen la cantidad suficiente de lágrimas, existe una condición llamada ojo seco. El ojo seco también ocurre cuando la lágrima no es de buena calidad, no tienen la combinación adecuada de elementos o cuando la película lacrimal no es como debería ser.

El ojo seco es una enfermedad multifactorial que se caracteriza por una película lacrimal inestable y que produce molestias, problemas visuales y, en algunos casos, lesiones en la córnea y la conjuntiva.

Se trata de un síndrome crónico, que afecta a cerca del 30% de la población, y que requiere un diagnóstico y tratamiento personalizado.

Los síntomas más habituales del ojo seco son:

  • Sequedad ocular
  • Ojo rojo
  • Sensación de cuerpo extraño
  • Ardor
  • Cansancio ocular
  • Irritación
  • Lagrimeo
  • Fotofobia (intolerancia anormal o molestia excesiva por la luz)
  • Visión fluctuante
  • Escasa producción de lágrima o excesiva evaporación de la misma.
  • Mala calidad de la lágrima, debido a una falta o alteración de los lípidos que componen la lágrima.
  • Blefaritis (inflamación del párpado).
  • Cirugías oculares previas.

 
¿Cuáles con las principales causas del ojo seco?

Las causas que lo provocan pueden ser muy diversas y pueden darse una o varias de ellas. Entre los principales factores de riesgo del ojo seco destacan los siguientes:

  • Hormonal (adolescencia/menopausia).
  • Edad avanzada.
  • Uso de lentes de contacto.
  • Consumo de fármacos antidepresivos y antialérgicos.
  • Tratamiento con quimioterapia o radioterapia.
  • Haberse sometido a una cirugía ocular.
  • Factores ambientales (aire acondicionado, calefacción, ambientes secos o muy contaminados…).
  • Alimentación (déficit vitamínico).
  • Enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide, síndrome de Sjögren, fibromialgia…).

¿Cómo se puede prevenir?
 

En el caso de tener algunos de los factores de riesgo los controles rutinarios con el oftalmólogo son importantes a la hora de anticipar actuaciones que podrían evitar las consecuencias de esta enfermedad.

Una vez diagnosticada la enfermedad el paciente debe realizar las revisiones periódicas y adoptar una actitud preventiva siguiendo siempre las recomendaciones indicadas por el oftalmólogo.

 El tratamiento del ojo seco no termina al salir de la consulta oftalmológica, sino que requiere de una serie de cuidados y hábitos que el paciente debe mantener en casa:

  • Mantén una buena Higiene palpebral eliminando el exceso de bacterias y de grasa, aplicando calor sobre los párpados, masajeándolos y limpiándolos con solución jabonosa o toallitas específicas para los ojos.
  • Si eres portador de lentes de contacto, consulta el tipo de lentillas idóneo y realiza un uso correcto de ellas.
  • La calefacción y el aire acondicionado pueden ser elementos que acentúen la sequedad ocular. Utilizar humificadores e hidratar los ojos con lágrimas artificiales.
  • Realiza descansos visuales cuando estes haciendo actividades que requieran la visión cercana y evita frotarte los ojos.
  • Utiliza gafas de sol siempre que puedas en el exterior, en la playa o piscina y cuando haya viento. Te en cuenta utilizar siempre gafas con filtros de buena calidad.

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