Se cumplen 35 años de la tragedia en Chernobyl
La mañana del 26 de abril de 1986, uno de los reactores de la planta nuclear en Chernobyl explotó, ocasionando la mayor tragedia nuclear de la historia.
La ciudad más cercana a la planta era Prípiat, por lo que todos los habitantes fueron evacuados, estableciendo una zona de exclusión de 30 kilómetros alrededor de la planta.
El subdirector general del Centro Nacional de Investigación de Medicina Radiológica, Viktor Sushko, describió este accidente como “el mayor desastre antropogénico en la historia de la humanidad”.
Por su parte, la investigadora Mariana Budjeryn explicó:
Treinta y cinco años después, todavía estamos intentando comprender y el alcance completo del impacto de Chernobyl en el mundo. En un sentido muy real, vivimos en un mundo definido por Chernobyl. Hay una verdad que es tan simple como aterradora: un accidente nuclear es un accidente nuclear, sea donde sea.
El año pasado, un incendio intencional en el bosque de la zona, provocó que la radiación del lugar aumentara dieciséis veces por encima de los niveles normales.
¿Por qué no puede existir vida en Chernobyl pero sí en Hiroshima y Nagasaki?
La respuesta la encontramos en tres aspectos:
- Tipo de reacciones que ocurrieron.
- La cantidad de material involucrado en las explosiones.
- La altura donde ocurrieron las detonaciones.
Las bombas tuvieron una reacción llamada fisión en cadena rápida; el reactor fue una fisión en cadena lenta. Es decir, las bombas fueron diseñadas para que la fisión ocurriera en una fracción de segundo y a gran intensidad, mientras que en Chernobyl el combustible nuclear se sobrecalentó, acumulando vapor y ejerciendo una enorme presión en el tanque, como lo que ocurre cuando explota una olla a presión.
Además, las partículas radioactivas de las bombas son altamente tóxicas pero tienen un tiempo de vida corto, mientras que los materiales del reactor son menos tóxicos pero con un tiempo de vida más largo.
“Los productos que surgen de una fisión lenta son mucho más tóxicos para los humanos”, Michael Gordin, historiador en Ciencias Físicas.
A su vez, las bombas explotaron a más de 500 metros del suelo, disipando el material radioactivo por el aire y disminuyendo las partículas tóxicas en el terreno. La explosión en Chernobyl fue a nivel del suelo, y el incendio desató material radioactivo.
Actualmente, Chernobyl sigue siendo una zona restringida.