Calle 31 de Octubre volvió a convertirse en arroyo Coamecate

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La céntrica calle 31 de Octubre, en sus cruces con la avenida Juárez, Guadalupe Sánchez hasta desembocar donde inicia el malecón, se convirtió de nuevo en arroyo, así como parte de la Jesús Langarica, siendo un peligro para peatones debido al escurrimiento de sus aguas se llenó de resbalosa lama el empedrado, provocando la caída de turistas y locales.

31 octubre arroyo

Uno de los vecinos del lugar señaló que ha puesto unos tabiques para que la gente pueda brincar sin mojarse pero a diario le toca ver accidentes.

“Bastante gente, con niños, personas mayores, inclusive discapacitados, se han caído aquí, hemos tenido que ayudarlos…americanos, de todo. Continuamente tenemos que limpiar, pero sigue el agua corriendo, el registro de arriba está tapado, cada que llueve se aterra”, señaló un habitante de la zona.

Denunció que nadie les hace caso:

“Aquí se echan el problema el Ayuntamiento, y ellos a SEAPAL, y a la hora de la hora no hay solución de nada, y esto no es de este temporal de lluvias, sino de bastantes años, inclusive hay tierra, piedras, escombro, agua negras que se brinca de las alcantarillas, precisamente donde esta la parada del camión ahorita (contraesquina del Parque Hidalgo), ahí se han resbalado muchísima gente, hasta los de Transito las han levantado”.

Esa calle se construyó en el  antiguo lecho del arroyo Coamecates, donde los pobladores del Puerto Las Peñas y el naciente Puerto Vallarta lavaban y se bañaban, en el caudaloso afluente que crecía cada verano.

31 octubre arroyo

El cronista de la ciudad, Manuel Gómez Encarnación, recuerda que era el límite norte de la población, mientras que en sur era el Río Cuale. Señaló que pudiera haber sido alrededor de 1945, siendo presidente municipal el coronel José Ascensión Ahumada, cuando arregló esa calle y se canalizó el arroyo por un ducto subterráneo, cuyas bocas se adecuaron en 1993, cuando el alcalde Rodolfo González Macias realizó el Par Vial.

Pero, cuando caen fuertes tormentas no es suficiente, además que se tapan las alcantarillas con la tierra, piedras y basura, provocando que el arroyo reconozca su viejo cauce, situación que se complica con el brote de aguas negras de registros cercanos.

“Empieza a brotar por la misma rejilla, que está en la esquina del Centro de Salud, ese es el detalle, inclusive hasta ellos batallan por andar brincando el agua, mojarse sus pies, resbalarse, incluso los niños aquí bailan en el agua sucia, toda contaminada, esta parte en la noche la utilizan los indigentes como baño público”.

Los vecinos piden a las autoridades destapar las bocas de tormenta y registros que están al pie del cerro, por la calle Guadalupe Sánchez, pues hasta finales de noviembre o diciembre deja de salir el agua.

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Miguel González Guerra