2024 marcó crisis de vivienda en Estados Unidos y récord de personas sin hogar

El año 2024 cerró con una cifra alarmante y desgarradora: más de 770,000 personas quedaron sin hogar en los Estados Unidos, un incremento del 18% comparado con 2023, según datos del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, por sus siglas en inglés).

Esta estadística no solo marca un récord histórico, sino que también evidencia una crisis de vivienda que parece fuera de control y amenaza con empeorar en los próximos años.

Entre las causas principales del aumento está el disparo en los costos de alquiler, la insuficiencia de viviendas asequibles y el impacto continuado de la inflación en los ingresos familiares.

Aunque el empleo se ha mantenido relativamente estable, los salarios no han podido seguir el ritmo del encarecimiento de la vida. En ciudades como Los Ángeles, Nueva York y Seattle, las calles se han llenado de campamentos improvisados que se extienden por cuadras enteras, reflejando el fracaso de las políticas locales y federales para abordar esta crisis.

El informe del HUD también resalta que las comunidades más afectadas incluyen a minorías raciales, veteranos y familias con niños pequeños, quienes constituyen un porcentaje preocupante del total.

“Este incremento no es solo una estadística; son personas, historias y sueños rotos. Estamos viendo un colapso humanitario en nuestras propias ciudades”, declaró María López, directora de una organización sin fines de lucro en California dedicada a la ayuda para personas sin hogar.

La reacción en redes sociales y entre los políticos no se hizo esperar. Críticos del sistema actual señalan que los programas federales destinados a combatir la falta de vivienda son insuficientes y carecen de coordinación. “Gastamos miles de millones en programas que no están resolviendo el problema de fondo. Necesitamos una reforma estructural y un compromiso real de los estados y el gobierno federal”, afirmó el congresista demócrata James Kilmer en una sesión del Congreso.

Con la llegada de Donald Trump a la presidencia en 2025, las expectativas sobre el manejo de esta crisis están divididas.

Durante su campaña, Trump minimizó la magnitud del problema y prometió centrarse en desregulaciones para fomentar la construcción privada de viviendas. Sin embargo, analistas temen que estas medidas beneficien principalmente a los desarrolladores y no a las poblaciones vulnerables.

“Si el pasado es un indicador, veremos políticas que ignoran las raíces del problema y exacerban las desigualdades”, advirtió la profesora de Políticas Públicas, Eleanor Reed, de la Universidad de Princeton.

Mientras tanto, el futuro luce sombrío para las cientos de miles de personas atrapadas en esta situación. Sin una acción coordinada y decidida, es probable que 2025 registre un nuevo récord de personas sin hogar, consolidando una crisis que amenaza con convertirse en una marca indeleble en la historia reciente de los Estados Unidos.