Los 12 propósitos más comunes de Año Nuevo y por qué casi no se cumplen
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La llegada de un nuevo ciclo trae consigo un menú de rituales: desde las doce uvas y la ropa interior de colores hasta el clásico decreto de “año nuevo, vida nueva”.
Sin embargo, detrás de la euforia festiva existe una realidad estadística: la gran mayoría de estas promesas se quedan en el camino.
El origen: De Babilonia a la actualidad
Aunque hoy lo vemos como una costumbre popular, esta práctica tiene raíces profundas. Se estima que comenzó hace unos 4,000 años en Babilonia (actual Irak), durante el festival religioso de Akitu.
En esta celebración de 12 días, los ciudadanos juraban lealtad al rey y prometían a sus dioses devolver objetos prestados y liquidar deudas.
Los babilonios creían firmemente que cumplir su palabra les traería favor divino, mientras que fallar atraería la desgracia.
Los 12 propósitos más comunes y por qué se abandonan
Hoy, las metas han pasado de lo religioso a lo personal. Según investigaciones y tendencias, estos son los objetivos más frecuentes y sus principales obstáculos:
- Hacer ejercicio: El entusiasmo inicial choca con metas irreales que causan agotamiento.
- Bajar de peso: La búsqueda de resultados inmediatos genera frustración.
- Comer saludable: La falta de organización en la rutina diaria facilita las recaídas.
- Ahorrar dinero: La ausencia de un presupuesto y los gastos hormiga frenan el avance.
- Dejar el tabaco o el alcohol: La dependencia y el entorno social dificultan la ruptura del hábito.
- Mejorar el sueño: El estrés y el uso de pantallas impiden un descanso real.
- Reducir el estrés: Se desea el cambio sin modificar las causas que lo provocan.
- Aprender algo nuevo: La falta de constancia deja los cursos a medias.
- Leer más: No asignar un horario específico hace que se posponga para “después”.
- Tiempo en familia: El trabajo y el celular consumen el tiempo de calidad.
- Ser organizado: Sin un sistema claro, el desorden regresa pronto.
- Viajar: La falta de ahorro previo y planeación limita las posibilidades.
¿Por qué fracasamos? La ciencia responde
Un estudio de la Universidad de Estocolmo (2020) reveló que el éxito depende de cómo redactamos nuestras metas.
Existen dos tipos de enfoques:
- Orientados al objetivo: Aprender o iniciar algo nuevo. Tienen un 25% más de éxito.
- Orientados a la evitación: Dejar de hacer algo. Suelen generar más resistencia mental.
Es más efectivo decir “voy a caminar tres veces por semana” que “seré menos sedentario”. Por otro lado, la Dra. María Martina Jurado Baizabal de la UNAM señala que la procrastinación y el poco compromiso son los principales enemigos.
Según la Universidad de Scranton, solo el 19% de las personas logra sus metas al finalizar el año. No cumplir los propósitos puede afectar la autoestima, generando sentimientos de incertidumbre y frustración.
El “Efecto de Nuevo Comienzo”
La psicología explica que nuestro cerebro organiza recuerdos por capítulos (graduaciones, cumpleaños, años nuevos). Esto se llama fresh start effect.
Estos marcos temporales “refrescan” nuestra mente y nos dan un impulso extra de motivación para iniciar de cero.
6 Claves de expertos para triunfar
Para que este año sea diferente, la especialista de la UNAM recomienda:
- Metas pequeñas: Divide tus grandes deseos en tareas diminutas y alcanzables.
- Constancia: No te rindas ante el primer tropiezo; elimina los pretextos.
- Buscar soluciones: Si algo falla, analiza qué faltó y ajusta la estrategia.
- Sin miedo al cambio: Confía en tus capacidades y aleja los pensamientos negativos.
- Permitirse el error: Equivocarse es parte del proceso de aprendizaje.
- Entorno positivo: Identifica y rodéate de personas y ambientes que te motiven.
Si buscas ahorrar, evita frases vagas como “guardaré dinero”. Es mejor ser específico: “Ahorraré $500 mensuales durante 12 meses para mi fondo de emergencia”.
